Rafael F. Muñoz
Rafael F. Muñoz (Chihuahua, 1899 - ciudad de México, 1972) fue hijo de un prominente abogado chihuahuense; pasó su infancia en la hacienda El Pabellón, cerca de la frontera con Estados Unidos, donde contó con una amplia biblioteca. Realizó sus estudios en el Instituto Científico y Literario de Chihuahua; más tarde se trasladó a la ciudad de México para estudiar en la Escuela Nacional Preparatoria, pero a raíz de la usurpación huertista se vio obligado a regresar a Chihuahua. Se inició como periodista en febrero de 1914 con una crónica sobre la Decena Trágica, publicada en el diario Vida Nueva, del que también fue redactor y traductor. Simpatizó con Obregón y durante el gobierno de Carranza se autoexilió en California, Estados Unidos. A su regreso a México en 1920, colaboró en diversos diarios; fue jefe de redacción de El Universal Gráfico y, en 1930, director de El Nacional. Colaboró con Jaime Torres Bodet como su jefe de prensa en la Secretaría de Educación Pública (1943-1946) y en la de Relaciones Exteriores (1946-1951). Fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, peor murió antes de leer su discurso de aceptación.
Considerado por la crítica literaria como uno de los grandes escritores de la Revolución Mexicana por sus novelas Vámonos con Pancho Villa (1931) y Se llevaron el cañón para Bachimba (1941), y sus relatos, escribió también el ensayo: Santa Anna, el dictador resplandeciente (1938).